La
conductora embarazada tiene el mismo riesgo de sufrir lesiones por accidente
que cualquier otro ocupante del vehículo. El conocimiento y uso correcto por su
parte de los dispositivos y medidas de seguridad para prevenir daños, como el
cinturón de seguridad, es fundamental.
Durante
el embarazo, hay dos períodos de alto riesgo tanto para la mujer como para el
bebé: los tres primeros meses, cuando existe mayor riesgo de desprendimiento de placenta o rotura uterina (ya que apenas hay
líquido amniótico) y el período más avanzado de gestación, por el tamaño del
feto y barriga.
En
el segundo y el tercer trimestre los problemas más importantes, por orden de
frecuencia, son: desprendimiento de placenta, hemorragia, rotura del útero y
lesión directa fetal. Las posibilidades de que se desencadene el parto en las
cuarenta y ocho horas siguientes al accidente, se multiplican por dos.
Debido
a estas posibles complicaciones existen unas recomendaciones muy claras para la
conductora embarazada. La primera de ellas se refiere al uso obligatorio del
cinturón de seguridad.
El
uso correcto del cinturón de seguridad reduce las lesiones y el número de
fallecidos. En el caso de la madre embarazada reduce la severidad de lesiones
tanto de la madre como del bebé. Para una colocación correcta, la banda pélvica
o cinta horizontal no debe ir situada nunca sobre el vientre (en caso de
accidente el peso de la madre y presión del cinturón provocarían daños al feto).
Se ha de colocar sobre los muslos -a la altura de las ingles-, por debajo del
abdomen. La banda superior, entre los pechos y sobre el hombro alejada del
cuello.
Lo
más recomendable es utilizar el cinturón de tres puntos de anclaje -aquellos
que disponen de banda pélvica o inferior y banda torácica o superior- frente al
de dos puntos. Las lesiones fetales graves se reducen en más de un 50% con este
cinturón de seguridad.
El
airbag no debe desactivarse cuando la conductora esté embarazada. Es más
recomendable regular la distancia del asiento unos 20 o 25 cms respecto al
volante o salpicadero del coche para reducir el riesgo de impacto severo.
También
es recomendable regular la altura del asiento y volante para que el airbag no
se dirija hacia el vientre directamente.
Fuente:
Mapfre.