miércoles, 7 de enero de 2015

CONDUCIR EN ESTADO DE EBRIEDAD.


En sentido estricto, el término “alcohol” significa “alcohol etílico o etanol”, un líquido que se obtiene mediante la fermentación del azúcar. Es una droga fundamentalmente depresora del sistema nervioso central (SNC).

Los efectos inmediatos del alcohol sobre el cerebro son depresivos o estimulantes, dependiendo de la cantidad consumida.

Desde las primeras copas aunque tu no lo notes, afecta los sentidos, altera la percepción y disminuye la capacidad de la atención, se alargan los tiempos de reacción, por lo que las respuestas y maniobras se hacen más lentas.

La visión se ve afectada, en especial empeora la visión periférica, se hace mas lenta la adaptación a los cambios de luz (encandilamiento), y se perciben con dificultad los tonos rojos (luces rojas).

Genera una falsa sensación de seguridad con errores de juicio o interpretación, que predispone a excesos de velocidad y a las violaciones de las leyes de tránsito.

En los estados más avanzados de embriaguez, el conductor ya no percibe lo que sucede a su alrededor, fomentando la incapacidad del control total del vehículo y con esto provocando accidentes fatales.

"Por una mejor cultura vial de Sinaloa"





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